Andrea Egido
La terapia personal me cambió la vida. Yo siempre estaba entre mi trabajo y mis hijos. Además, gracias al curso de crecimiento personal, me permití un domingo al mes para mí. Me di cuenta que podía hacer cosas que a mí me gustasen sin sentirme culpable, pensar en mí antes que en los demás. Me reconocí muy triste y vacía, como enterrada en vida. El curso me dio fuerzas para tomar mis decisiones que tardaron menos de seis meses en dar resultado.
Con el orden transgeneracional conseguí la paz. Y el perdonarme a mí misma por cosas del pasado fue una gran liberación. Gracias a ti, Maestra, mi vida ha cambiado. Soy más consciente de mi felicidad. Agradecida eternamente